siempre hay algo que contar...

lunes, marzo 27, 2006

te escribiria...

Te escribiría un poema. Diría que tus ojos son veranos y escarcha de aceituna. Que por ellos acontece el noticiario tierno de la juventud, las ecuánimes ignorancias de la naturaleza. Diría que tus manos son calendarios, tatuados de aniversarios, festivos y tréboles, frescos de rocío. Una palabra que encumbra un verso. Y un verso, parco en continente y sobrado de contenido, que se escapa, como un espasmo hermoso y sutil, que muere junto a tu almohada. Haría recuento de los disfraces comunes, ostentosos o invisibles, con los que convertir en carnaval toda insulsa madrugada. Más allá de la lógica, más allá de la sincronía de nuestros absurdos zodíacos. Mucho más allá del miedo y la cautela que corrompen los caminos. Diría que tu boca abre y cierra el atajo donde hiberna mi sonrisa en su caja de cartón. Donde espera, en perpetuo desvelo, su impagado rescate. Diría que en tus gestos me nutro de la mímica que da coherencia a los sueños. Verdes, naranjas y azules. Ordenaría, de menor a mayor, todos los adjetivos que leo en tus comisuras. Y los iría implantando, aquí y allí, remendando con ellos las hojas quebradas de mi pálida novela. Así podría leerla, una vez más, retocando sinónimos y sonoridades, borrando aquellos párrafos que no llegué a memorizar. Diría que en tu silueta veo el patrón de las paredes de una estancia acogedora. Una y otra vez, dejando en su clonación el aire anestésico en el que cobijarse del frío. Y veo el troquel del mar y la lluvia, el campo y el firmamento. E intuyo el sol en tu cara, conchas y arena de mundos infinitos. Una ola y un motivo.

Te escribiría un poema, si supiera resumirlo.