siempre hay algo que contar...

jueves, marzo 09, 2006

pintar la casa...

Detalles a tener en cuenta a la hora de pintar tu casa:

Aunque la tarea de elegir colores para el salón, habitación, pasillo, etc… sea de por sí harto complicada, conviene tener en cuenta algunos datos importantes. Más allá de los detalles decorativos, la influencia de la luz y las gamas combinatorias, existen otros hechos que no debemos pasar por alto.

En primer lugar, encender la luz y subir las persianas. Aunque parezca trivial, sin estas acciones, cualquier habitáculo permanecerá negro por lo que no apreciaremos ni estilos ni contrastes.

Tener en cuenta, además del de la colcha, la mesa, la litografía surrealista y la alfombra, el color de los fantasmas que puedan un día convivir con nosotros. Así, no es lo mismo comprarse una casa sobre un antiguo cementerio indio que sobre uno senegalés. En este último, aunque traslúcidos, los fantasmas dotarán la estancia de presencias oscuras por lo que la claridad en el color de las paredes será importante a la hora de percibirlos. De vivir sobre un camposanto noruego, por ejemplo, utilizar colores más intensos que contrasten con la palidez de las apariciones.

Las cocinas blancas son muy bonitas. Pero el humo de la aleación aceite quemado más crujiente de bacon no lo es tanto. Pensar, por tanto, en nuestra dieta habitual para seleccionar los colores de la cocina. ¡Ah! Y pensar en los líquidos que solemos ingerir a la hora de elegir suelos.

El techo de la habitación. ¡Fundamental! Este color determinará de forma definitiva el tono de nuestros sueños. En las primeras etapas de nuestras fases REM, justo antes de quedar dormidos, miraremos al techo y aquello que veamos será el lienzo subliminal sobre el que se representarán nuestras oníricas vivencias.

El color del cojín del sofá no es tan importante ya que al tumbarnos lo tapamos y ya no se ve. Parece obvio pero hay que tenerlo en cuenta.

No acabo de entender lo de colores cálidos. Es decir, ¿si pinto la casa de naranja puedo ahorrarme los radiadores? Y si pinto de azul, ¿viviré con el forro polar como segunda piel?. Agradecería me lo aclararan.

Tampoco entiendo el tono de desprecio de algunos cuando miran por encima del hombro y, arrugando la nariz, pronuncian un dogmático: “mmmmm…. ese es demasiado rústico” Jo! Para mi rústico es el blanco con manchas negras de las vacas. Y resulta que ese precisamente les parece moderno.

De tener mascota, es fundamental que el color de las paredes no coincida con el de nuestro animal. Parece una tontería pero deja de serlo cuando descubres que tienes que localizar un hamster blanco en un salón blanco. Diferenciar pues, mascota y pared para facilitar la localización. Y si ya es demasiado tarde, siempre podremos pintar la mascota. ¡Ojo! En este apartado y por temas de salud mental, desaconsejo totalmente la tenencia de camaleones.

Nuestra cara cambia. Nuestra cara cambia. Hay que repetírselo constantemente y tenerlo en cuenta. La frase “con este moreno de Punta Cana que llevo, me quedará genial un tono clarito en el salón”, denota falta de riego. Ya me lo dirás en abril, con 42 de fiebre, tumbado moribundo en el sofá amarillo.

En fin… podría seguir y seguir pero creo que no tengo más tiempo ni vosotros más paciencia.